¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo graffiti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amen
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopia
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es suya
no convertirse en viejos prematuros.
Mario Benedetti.
Cambio Climático
La dificultad del cambio climático no está en su explicación, sino en encontrar soluciones viables para el problema que nos plantea. Pues, aunque el sistema de climas es tal vez el más complejo que el hombre conoce, algunos modelos computarizados han logrado que se pueda tener una idea de los orígenes y causas del problema.
Es por eso que dentro de la comunidad científica mundial, el 98 % tiene un consenso en donde el cambio climático se origina a partir de una desregulación del efecto invernadero de la tierra.
Pero, ¿qué es el efecto invernadero? Es un fenómeno producido por gases que componen la atmosfera, CO2 y H2O principalmente, los cuales permiten retener parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado através de la radiación solar. Si el efecto invernadero no existiera en la tierra, su temperatura seria aproximadamente de -20 grados centígrados, lo cual no permitiría la vida.
Ha sido un aumento en la emisión de gases como el dióxido de carbono, el metano (CH4), el oxido nitroso (N2O), los hidrofluorocarbonos (HFC), los perfluorocarbonos (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6), lo que ha llevado al aumento de la temperatura en la tierra y al problema que hoy conocemos como cambio climático.
El aumento de la emisión de gases, no se puede explicar sin la acción del hombre, es por esto que podemos afirmar que el cambio climático es un problema antropogénico, es decir que tiene su origen en el humano.
Al ser un problema humano, éste adquiere también una dimensión histórica, lo que significa que se puede analizar en su desarrollo en el tiempo para conocerlo y, de esta manera, establecer una relación con el presente.
Carácter histórico
La historia del cambio climático está estrechamente ligada con el desarrollo de la tecnología en las sociedades modernas y su creciente capacidad de transformar el ambiente. Dicho desarrollo tuvo un gran salto en la Europa del siglo XIX con la llamada revolución industrial, la cual significó aumentar y agilizar la producción de mercancías a partir de la introducción de maquinaria que sustituyera lo que antes hacia el hombre. Estas maquinas utilizaban combustibles fósiles, primero carbón y luego petróleo, para poder funcionar. Dichos combustibles son, los que al ser quemados emiten los gases de efecto invernadero.
Esta revolución industrial es la que entre otras cosas, dio origen a la manera actual de producir lo que consumimos y a las fábricas modernas. Y con ello a la consolidación de un sistema de relaciones sociales para llevarlo acabo.
Sin embargo, el cambio climático no se explica únicamente por este hecho, sino también por el desarrollo que se había iniciado en la industria, la economía y la propia sociedad. Este desarrollo, que no se guía por las necesidades humanas sino por la ganancia, está y estaba encaminado a que unos pocos concentren gran cantidad de riqueza, partiendo de procesos cíclicos de producción y venta de mercancías, a costa de la naturaleza y la mayoría de la población.
En la década de 1950-1960 esta lógica se profundizó, a partir de una expansión en la economía mundial causada por el inmenso incremento del consumo del petróleo y sus derivados, el gran desarrollo de la industria automotriz y química que trajo consigo la penetración en los distintos sectores de la actividad humana, especialmente en la agricultura a través del uso de fertilizantes e insecticidas. Y por ende, emitiendo una mayor cantidad de bióxido de carbono, metano y otros gases.
La producción no sólo se había vuelto más dañina para la naturaleza, sino que su ciclo de producción-venta había acortado sus tiempos y aumentado sus espacios de intervención. O sea que alteraba a la naturaleza de una manera mayor, en más lugares y en menos tiempo, sin permitir que ésta tuviera tiempo para regenerarse.
Durante esta etapa algunos cambios sociales, fueron definitorios para consagrar al cambio climático; la expansión incontrolada de las ciudades y su población, la degradación del entorno sustituyendo arboledas y bosques por avenidas y carreteras, el uso del automóvil individual como medio de transporte y la cultura del consumismo son sólo algunos ejemplos.
Ya en épocas más cercanas el proceso de emisión de gases y de degeneración de la naturaleza se ha mantenido y agudizado, con la diferencia de que sus efectos ya se comienzan a sentir. Basta decir, que la década de 1980 y 1990 rompieron récord en ser las más calientes de la historia respectivamente. Y del 2000 a la fecha se ha roto, casi interrumpidamente, el récord del año más caluroso. El cambio climático hoy es una realidad, para prueba sólo algunos ejemplos de lo que ha causado.
Cambio climático hoy, consecuencias y realidades.
La gasolina es la fuente energética por excelencia; sin embargo, al ser un derivado del petróleo, se convierte en una fuente energética que produce un alto grado de contaminación y de daños al planeta.
Si nos enfocamos a pensar que la gasolina representa el combustible más utilizado en el ámbito automotriz, tendremos por consiguiente que considerar, que es además una fuente de energía sumamente explotada alrededor del planeta. Esto es contraproducente para la ecología si tomamos en cuenta las dimensiones de CO2 que genera la quema de gasolina. Esto se ha vuelto un problema sumamente serio, ya que las alternativas para la sustitución de dicho combustible pelean contra obstáculos de carácter tecnocientífico, económico e incluso político.
Debe tomarse en cuenta que el transporte humano representa el mayor consumidor de la energía derivada de la gasolina. Esto es, en países desarrollados, un 40% de la energía total consumida[1]; esto debe interpretarse como una llamada de consideración en la importancia de dicho combustible en las sociedades humanas.
El aumento en la contaminación del aire ha hecho resurgir enfermedades respiratorias en las ciudades: seudo difteria, asma, bronquitis y cáncer pulmonar enfermedades causantes de varias miles de muertes al año en todo el mundo.
Los mismos gases, principalmente el bióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno, son la causa de la lluvia ácida, por la cual ha habido una paulatina destrucción de los bosques. El tema de los bosques se nos revela como una de las causas-consecuencias más destructivas del cambio climático, pues en 50 años ha desaparecido casi un tercio de los bosques del planeta.
Esta perdida agudiza la desregulación de efecto invernadero, pues son los bosques quienes pueden asimilar los gases que lo causan. No sólo contaminamos más, sino que también le quitamos a la tierra sus “pulmones”.
Para ver cómo el fenómeno del cambio climático y la pérdida de bosques están íntimamente ligados sólo hay que decir que desde 1997 ha habido un aumento de los incendios forestales a causa del calentamiento de la tierra. Teniendo por ejemplo que en Indonesia los incendios han destruido casi 10 millones de hectáreas en sólo tres años, afectando a 70 millones de personas y costando más de 4500 millones de dólares.
La pérdida de especies, tanto animales como vegetales, es un problema enorme. Ya que hasta la fecha ha habido una perdida acelerada de especies en el planeta y una amenaza a millares por los ataques a sus ecosistemas, por ejemplo, a causa del derretimiento de las regiones polares el 75% de las focas de aspa ha muerto.
Resulta alarmante la afirmación del científico de la NASA, James Hansen: “Si el calentamiento global continua las especies polares y alpinas desaparecerán del planeta. Otras especies trataran de migrar, pero, a medida que algunos se extingan, sus interdependencias pueden provocar el colapso del ecosistema”. Ejemplo claro de lo anterior es el caso del caribú, donde más de 30’000 ejemplares han muerto ahogados al no poder completar su migración anual de las islas Victoria a las costas del Ártico, a causa de la ruptura, de las cada vez más delgadas, capas de hielo.
Otro problema es la erosión de la tierra a causa del cultivo intensivo, el abuso- dependencia de fertilizantes e insecticidas, los monocultivos y siembras no adecuadas para los ecosistemas y las condiciones climáticas locales, como uno de los motores que dieron forma al cambio climático. Y que influye también en otros problemas globales como la crisis de alimentos.
Un programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente concluía sobriamente que los problemas ambientales en el “tercer mundo” son problemas de pobreza. Pues para millones de personas, la lucha por su supervivencia y contra la destrucción de su medio forma una experiencia cotidiana.
800 millones sufren desnutrición, 40 millones mueren de enfermedades relacionadas con ella, 2’000 no tienen abastecimiento de agua potable lo que causa 25 millones de muertos anualmente y 1’500 sufren una aguda carencia de leña, que representa su única fuente de energía. Notando graves carencias en agua, comida y combustible elementos básicos para la sobrevivencia.
A esto habría que agregar el dato dado por Naciones Unidas de que existen cerca de 500 millones de personas que son “refugiados ambientales”. Esto es, personas que han sido obligadas a abandonar sus hogares por sequías, inundaciones, erosión de la tierra, aumento de la producción agrícola, y otros “factores ecológicos”.
Como podemos ver, el cambio climático y la crisis ecológica no sólo afectan a “la naturaleza”, sino que dentro de ella también a la sociedad. Y no a la sociedad por igual, sino que afecta a los más pobres, es decir a los que menos energía consumen.
Como vemos la realidad es desangelada, pero resultan aún peores ciertos panoramas a futuro.
Cambio climático y Colapso ambiental
Durante cientos de miles de años, las concentraciones de CO2 en la atmósfera nunca excedieron las 300 partes por millón (ppm), es decir, de cada millón de moléculas en la atmósfera que respiraban nuestros ancestros hasta antes de 1750, nunca aspiraban más de 280 de CO2, equivalente al 0.03%. Pero a partir de la revolución industrial, las actividades humanas han vertido cientos de miles de millones de toneladas de CO2 y otros gases de efecto invernadero, con lo que hemos incrementado su concentración en la atmósfera a 390 ppm, o 0.04%.
Esto ha traído un alza en la temperatura promedio del la tierra 1 grado y calculando que en el transcurso de este siglo la temperatura aumentará 3 grados más.
Esto puede parecer poco, pero no lo es, el sistema de climas del planeta es tan complejo y sensible que si aumentamos un poco más nuestras emisiones, podríamos tener efectos catastróficos.
Según cálculos, si el hombre llega a pasar la emisión de 500 partes por millón (ppm) de CO2 y otros gases de efecto invernadero, la temperatura de la tierra aumentaría hasta 5 grados Celsius, causando un proceso de inflexión en el ambiente, o lo que es lo mismo, un caos total en su regulación climática.
Aún no se sabe todavía cual sería la reacción exacta del planeta, se pronostica que este cambio podría causar severas modificaciones en el ciclo del agua, cambiando el régimen de lluvias y evaporación. Esto significaría una total desregulación en la mayoría de ecosistemas y cadenas alimenticias que la componen afectando así al conjunto de la vida en el planeta. También aumentaría la brutalidad y cantidad de ciclones tropicales y huracanes.
Otro de los posibles daños de esta inflexión ecológica, sería una subida enorme en los niveles del mar causado por el derretimiento de los polos. Lo cual podría traer, en un caso extremo, la desaparición de ciudades que se encuentran al nivel del mar como Ámsterdam, Bruselas, Tokio, Nueva York y Londres.
Aunque no se busque ser catastrofista o alarmista, ¿esto es posible? El problema del cambio climático, no es como algunos dicen: “una opción que podemos evitar”, es una realidad en la que estamos metidos y bastante avanzados. Y la cual se combina y agrava con otros problemas globales como la crisis alimentaria y financiera. Pero ¿Qué hacer ante esto?
¿Qué hacer?
Lo primero me parece, sería como dicen en las terapias de rehabilitación; “aceptar que se tiene un problema”. Después de esto, conocer el problema se hace fundamental, saber el cómo, el porqué, el quién y el cuándo del cambio climático.
Platicar de esto, que no sólo sea un tema en las clases, sino que se hable con tus amigos, familiares, vecinos y toda persona con la que tengas contacto buscando generar conciencia sobre el problema, poniendo a éste como propio.
Aquí me parece viene la cuestión más fuerte: la acción. Que se divide en dos partes:
- Es necesario buscar un cambio individual, por mas trillado que suene esto, cambiar pequeños hábitos en la vida cotidiana; usar transporte publico o bicicleta, iniciar una cultura de reciclar, bajar tu consumo de mercancías a lo necesario, usar focos ahorradores en casa, usar pilas recargables, no usar bolsas de plástico en el supermercado, alargar la vida útil de ciertos productos como celulares, cuadernos, lápices, buscar en tu familia que se cambie la instalación de gas butano por natural y en vez de comprar un coche de gasolina, uno “hibrido”, etc. Porque ten por seguro que este tipo de acciones se podrán extender, con el ejemplo, a la gente cercana a ti.
- Hay que ser concientes de que el cambio climático es un problema del conjunto de la humanidad y el planeta, donde tod@s tenemos una grado de culpa. Pero donde unos tienen mayor culpa que otros.
Pues los grandes cambios que se necesitan para detener este proceso catastrófico, están ubicados en la producción de mercancías a nivel mundial. El problema no es la irracionalidad del sistema, sino su lógica inherente.
Éste debe ser el faro que nos guíe en la lucha contra el cambio climático y en la construcción de una sociedad equitativa, tanto entre personas como haciendo una relación armoniosa con la naturaleza.
Por ultimo y a manera de reflexión se debe de decir que los últimos 150 años de modernidad han traído grandes avances a la humanidad, en su forma y duración de vida, lo cual no está mal. Pero el creer que estamos sobre y fuera de la naturaleza, que ésta sólo es una fuente de que es estática y todo lo aguanta nos ha llevado al problema del cambio climático. Debemos darnos cuenta que nuestra forma actual de vida y comodidad necesita a la naturaleza (pues es su materia prima) y también que la naturaleza, lamentablemente, ha llegado a necesitar a la tecnología y al humano para poder sobrevivir.
Hoy la historia se escribe en un capitulo crucial, donde nos enfrenta a un reto sin precedentes y donde el resultado será, muy posiblemente, el mantenimiento o no de la vida como la conocemos.
Hay que ponerle un freno al tren de la modernidad capitalista, porque ahí se encuentra nuestra apuesta por la vida, porque en los momentos más obscuros, es cuando la esperanza brilla más fugaz y fuertemente.
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[1] Biofuels engineering process technology, de Caye Drapcho, Jhon Nghiem y Terry Walker, Editorial McGraw-Hill Prfessional.